El inicio de los años 2000 fue un momento curioso para el mercado español de manga, la oferta de títulos dirigidos a un publico adulto y la variedad de temáticas dejaron patente como las editoriales intentaron expandirse a un publico mas adulto que buscaba obras mas alternativas.
Otro tema sería si fue una buena decisión, si las obras presentaban de verdad un argumento mas maduro o siquiera si el mercado estaba preparado.
De entre esta variedad, en 2002 Editorial Ivrea empezaría la publicación de un manga, cuanto menos, diferente, que combinaba en una misma historia elementos fantásticos, BDSM, erotismo, una pizca de humor, crítica social y terror.
Con resultados bastante heterogéneos en cuanto al resultado final, hablemos de Teizokurai Daydream.
CHINGE
Daydream se compone, en un principio, de relatos autoconclusivos al mas puro estilo Entre fantasmas, donde Misaki deberá apaciguar a las almas aferradas a este mundo, lidiando con sus problemas, o necesitando de personas involucradas con el espíritu.
Entre estos episodios se va componiendo la trama principal, donde la propia Misaki tendrá que encontrar y detener a Yuo, una especia de psíquico que incita a las personas con problemas a suicidarse.
Misaki y Seichiro
Para luchar contra Yuo, Misaki cuenta con un don desde niña, es capaz de ver e interaccionar con espíritus (algo así como una medium, pero llamada en esta obra kuchiyoseya).
Para los exorcismos cuenta con Kinui, una especie de cuerda hecha con pelos con voluntad propia (de la cual no se explica nada hasta el final), su traje sado (ya que trabaja como reina sado) y Soichiro, su compañero en la unidad de misiones de vida (y principal alivio cómico).
¿QUIEN TE HIZO ESTO?.... ¿YUO?
Así, la obra alterna entre episodios autoconclusivos y episodios que avanzan la historia.
De los episodios autoconclusivos tengo que destacar que son bastante entretenidos y (al menos para el momento) bastante atrevidos, no solo por hablar abiertamente de temas tabú como el suicidio, maltrato familiar, disforia de genero, acoso escolar o violaciones entre otros.
También por la seriedad con la que se tratan y la crítica social implícita, algo que, creo yo, no era tan común en el lejano año 2000.
Respecto a la trama principal, la historia tiene tintes de thriller y terror, creo que se desenvuelve de manera orgánica (con algunas excepciones) hasta el final, donde parece que el guionista no supo muy bien que hacer con la historia y la acabo de manera, al menos para mi, horrible.
Pero esto no es ni la punta del iceberg respecto a lo que viene.
HABLANDO DE PUNTOS NEGATIVOS....
Uno de los puntos mas negativo de este manga lo ostentan dos personajes secundarios: Ai y Mitsuru.
Ai es un personaje que aparece desde el primer tomo, muy ligado a los acontecimientos de Misaki.
Es el saco de boxeo de la serie.
Ver como este personaje es maltratado para que los demás personajes consigan lo que quieran de ella no es agradable, tampoco creo que tenga motivaciones para hacer nada de lo que hace, es mas bien un instrumento que el guionista usa cuando lo necesita.
Por su parte, Mitsuru, es algo mas interesante. En un principio se presenta como un pervertido que sigue y fotografía a Misaki, mas adelante se revela que le llevó a ese fanatismo y el porque de sus acciones.
Sin embargo, a mitad del manga sus acciones y motivaciones pasan a ser erráticas, hasta no ser mas que la sombra del personaje que fue, no debido a una evolución o desevolución del personaje, mas bien por su cambio tan radical de un tomo a otro.
Ai y Mitsuru
Respecto a los temas tratados, si bien he dicho que el manga los suele tratar con seriedad y como problemas reales (y es verdad), hay en ciertas ocasiones en las que puede llegar a dar un punto de vista... polémico.
En este caso, cuando Misaki tiene que ayudar a Shizue (personaje abiertamente gay) con una chica, este es la reflexión que nos deja.
Juzgad vosotros mismos.
También, es menester recordar que el desenlace de la obra se da en el tomo 10, de las cuales solo las primeras cincuenta paginas se destinan a cerrar la historia, el resto se podría considerar un epilogo que solo abre mas interrogantes sobre la propia historia y no aporta nada.
Misaki explorando su sexualidad es una de ellas, no es algo que como lector pueda interesarnos (pues hay cosas mas interesantes que explorar en el universo de la serie).
Por ultimo, quizás uno de los problemas menores, es que el titulo tiene varios saltos narrativos importantes, que pueden llegar a desconcertar al lector y preguntarse si no se ha saltado un tomo o mas, por suerte no son muy frecuentes.
HABLANDO DE ARTE
Uno de los aspectos que no puedo dejar de mencionar sobre Daydream es su dibujo, creado por Sankichi Meguro, creador de varios manga hentai anteriores a Daydream.
Su estilo de dibujo es muy particular, no solo respecto a los personajes femeninos.
Sabe adaptarse a la perfección con tono tétrico y, en ocasiones, inquietante que el manga maneja, sin embargo, creo que debería usar mas fondos en sus viñetas, aunque cuando los usa son bastante buenos.
EL DESEO DE SER SALVADO...
Para finalizar, ¿merece la pena leer Daydream? Creo que, en un todo, Daydream es un manga que, mínimo, merece ser leído para poder tener una opinión.
Los capítulos autoconclusivos son muy buenos y saben crear una buena historia, aunque la trama principal se desinfle en los últimos tomos y presente varios personajes totalmente olvidables (y desagradables).
Es un manga que mezcla tantos elementos diferentes, que acaba siendo una experiencia bastante única, y corresponde al lector juzgar si este manga es una joyita del manga alternativo o una locura sin identidad propia.
Y sin nada mas que añadir, me despido hasta la próxima entrada.
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